ESTEBAN LÓPEZ BRUSA

Esteban López Brusa nació en la ciudad de La Plata en 1964.
Egresado de la carrera de Letras, ejerce la docencia en el nivel secundario y dirige talleres de escritura.
Fue fundador y codirector de la revista de literatura La muela del juicio .
Durante años condujo el programa Huevo o cigota en Radio Universidad de La Plata.
A cargo de ediciones el broche llevó adelante tareas como editor literario.
Con su primera novela La temporada (1999) fue finalista del Premio Novela Planeta 1996.
Tiene un libro de poemas, Dorotea la rosa del 90 (inédito).
La yugoslava obtuvo el Primer Premio en el Concurso Nacional de Novela Breve Leopoldo Marechal 2001.
ENTREVISTA:
Esteban López Brusa: de la radio al libro con Huevo o cigota
El autor platense presentó su última novela, de 630 páginas
Hace casi una semana, el profesor de Letras Esteban López Brusa presentó su último libro, Huevo o cigota, en el Centro Cultural Islas Malvinas. Y fueron exactamente cuatro, los años que tardó el autor platense en escribir su novela de 630 páginas.
“Lo empecé en 1998 y lo terminé en el 2002, pero al tratarse de un libro de 630 páginas se me hizo cuesta arriba la publicación.
De ahí que estuvo una serie de años en editoriales que buscaron la forma para palear los costos, pero al final tuve que intervenir con mis ahorros para sacarlo”, recordó López Brusa.
La historia central gira en torno a los preparativos de Radio Universidad, que en 1999 lleva un stand a la Feria de calle 51, en el marco del Aniversario de la ciudad de La Plata.
El escritor relata su “presente de entonces” cuando tenía un programa de literatura, también llamado Huevo o cigota, por dicha emisora. “Me propuse hacer una novela que tuviese que ver con esa medianía en la percepción de la realidad, la relación con las noticias, que es lo estructura un poco la historia principal”.
Además, cada capítulo de la novela es seguido por un comentario final que realiza un personaje. La explicación que dio el escritor fue que se hizo “una especie de seguimiento de la radio en esa época y la realidad se duplica, pero en realidad no se duplica, hay una suerte de lo mismo de otra manera, de ahí la disyunción falsa huevo o cigota que no son términos opuestos, sino que son lo mismo”.
Otro corte en la trama principal lo aportan los cinco cuentos que Esteban López Brusa llama “documentales” y transcurren en distintos lugares de América del Sur: el Pantanal en Mato Grosso (Brasil), en Colonia del Sacramento (Uruguay), en la Isla de Pascua (Chile), en el conurbano Bonaerense (Argentina) y en el Imperio Inca.
Por medio de esos relatos ficcionales se “duplican” algunos personajes e historias, lo que hace retomar el título de su trabajo, Huevo o cigota, porque se trata “de cosas distintas que en realidad son las mismas”. Frente a la posibilidad de que los lectores, quienes “no están acostumbrados a leer novelas largas” no se vean atrapados por la extensión del texto (630 páginas) López Brusa bromeó diciendo que “las 150páginas finales están bárbaras, así que les digo que se aguanten las primeras 400”.–¿Qué mensaje le daría a los futuros lectores, en esta época que se busca todo lo rápido, incluso a la hora de elegir un texto?–Que huevo o cigota es una historia entretenida y que se van a ver reconocidos, sobre todo el lector platense, porque uno de los tópicos más abordado es la ciudad de La Plata: su historia desde su fundación.
Es casi uno de los tópicos que estructura la novela, junto a la historia de la AM y FM de Radio Universidad, la historia de la radio que se ve desde la tapa del libro, que es un poco la fascinación que siempre despertó en mí la radio, que es una gran compañía.
Digo que como infinitas veces la radio se apropió de la literatura, ahora la literatura se apropia de la radio en varios aspectos: técnicos, buscando entender como funciona físicamente, como podemos escuchar, eso que nosotros tenemos tan naturalizado.
También está el punto de vista histórico y el reflejo de distintos poderes que se han ido escalonando. Transcurre en una década muy política como fue la década de los ‘90. Y también muestra los aspectos humanos, las diferentes amistades que se entablan, propias de un lugar donde se trabaja y se habla, se habla demasiado.Otra “cosa importante” que este profesor de Letras quiere destacar de su última obra es “el mito de Tarzán”, que se aborda desde el primer capítulo, el cual es “una suerte de prólogo narrado”.
López Brusa se explaya: “Tarzán fue como una especie de juego que se me fue presentando, es el hombre del origen en la modernidad, el hombre primitivo no fue Adán, sino Tarzán, que vive sin nada, hasta sin lenguaje.
Hago un cruce con la figura de Tarzán y la figura de la radio, los dos como exterioridad”. Volviendo al “registro de la historia principal”, al cual el escritor define como “un registro realista de la medianía”, se puede aclarar que cada uno de los cinco cuentos que “corta” el relato estructural, está a su vez “cortado por otras formas de imaginación literaria u otras interpelaciones ficcionales”.
En orden serían: “el exotismo en el pantanal del Mato Grosso; el cómic en el de Colonia del Sacramento; los límites entre la inteligencia y la imaginación en la Isla de Pascua; la interioridad frente a un contexto hostil en el conurbano bonaerense; y la historia y lo que sería la entidad de un relato en el del Imperio Incaico”.Otra particularidad está dada por el modo elegido para su distribución.
Aggiornado a los tiempos que corren los futuros lectores pueden pedir un ejemplar vía e-mail (elopezbrusa@gmail.com) y recibirlo en sus casas, algo así como un “delivery literario”.
Las vacaciones de verano siempre ofrecen la oportunidad de adentrarse en los grandes relatos, esos que resultan esquivos en la rutina diaria.
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